En la tarde del pasado sábado, nuestra Cofradía honró la memoria de los Dolores de la Virgen, que la Iglesia celebra el día 15 de septiembre, con una solemne Fiesta en honor de la Santísima Virgen de los Dolores, que en este atípico año, vino a sustituir al devoto besamanos que la Hermandad suele celebrar en honor de nuestra Titular Mariana coincidiendo con tal festividad.
Se trata del primer acto extraordinario que esta Muy Antigua e Ilustre Cofradía celebra desde que el pasado mes de marzo se decretara el estado de alarma en nuestro país y fue realmente emotivo. Había mucho que agradecer y mucho que pedir a nuestra Madre, sabiendo que Ella nunca nos abandona e intercede siempre ante su Hijo, Jesús Nazareno.
Para la ocasión, la Cofradía montó un precioso altar de cultos en el que se destacaba la realeza de María, dado que en la parte de atrás del mismo figuraba un trono de reina, del que la Virgen había descendido para mostrarse a la veneración de los fieles en su peana procesional. Nuestra Madre estaba hermosamente ataviada con su saya procesional en color malva y el manto de procesión, sobre su cabeza llevaba la diadema que un grupo de hermanos le regaló con motivo del 60 aniversario de su hechura y bendición y estrenaba para la ocasión un rostrillo y unas flores de talco para su mano, donado todo ello por hermanos de la Cofradía.
En el altar también podían verse el magnífico juego de ciriales para el cortejo litúrgico de la Virgen de los Dolores, realizados por Orfebrería Orovio de la Torre, y que estaba previsto que se estrenasen el pasado Viernes Santo, así como seis delicados ramos de flores de talco donados por un grupo de hermanos de la Cofradía.
Ofició la Eucaristía, que estuvo cuidada hasta el último detalle, el Consiliario de la Cofradía, arcipreste de la ciudad y rector de la Basílica de Santa María, D. Antonio Vela Aranda, y en la misma participó el Dueto Enclave, que elevó nuestros espíritus con sus bellos cantos. Durante la misma también fue estrenado un juego eucarístico realizado en cerámica típica de Úbeda por Pablo Tito y donado por un hermano. Durante la Comunión, el Dueto Enclave interpretó la marcha “Dolorosa” y al finalizar la misa se cantó la salve a la Santísima Virgen de los Dolores y el Miserere a los pies de Jesús.
Sin duda, la jornada de ayer constituyó un día realmente especial para la familia de hermanos y devotos de la Cofradía lleno de momentos de gran intimidad y emoción en torno a la figura de nuestra Madre, la Santísima Virgen de los Dolores.